El perdón

    El perdón

         Entiendo que muchas veces cuesta pedir perdón. Incluso ser perdonado. Quizás a veces no haya necesidad de pedir perdón de una forma abierta, conceptual.

    Es en muchas ocasiones, donde nuestra actitud ante ciertas situacionea, donde se manifiesta, casi al mismo tiempo, un entrelazado bonito y además positivo entre el perdón y la actitud de ser perdonado.

     Muchas veces, no hay intención de hacer daño, de destrozar, de forma verdaderamente intencionada, pues una vida, una historia, un mundo vital...

    Errantes somos todos en en el camino, y es en el mismo camino donde todos tropezamos. Muchas veces sin querer. Allí somos partícipes todos, de mil mas un errores. Ello forma parte de la propia naturaleza humana.Sí, de nuestro propio aprendizaje.

    No es cuestión de castigarnos con dureza en la vida. Sin considerar que no tenemos derecho a ser perdonados, a que se nos escuche, a que se consideren nuestra situación particular, si no estamos dispuestos/as a responder ante ello con la misma situación de que nadie es perfecto. La humildad de corazón hace verdaderos milagros en este terreno un tanto dificultoso.

       Mi vida familiar fue dificil, incómoda y hasta injusta. No sentí que mi presencia fuera cómoda en mi familia. Además tenía que realizar todo tipo de tareas de casa.Sí, mientras veía de forma impotente que, la mayoría de mis hermanos ensuciaban, dificultaban mi tarea de labores caseras. Llegué a sentir un rechazo brutal por prácticamente toda la familia. Para mí fue duro, injusto, incomprensible... en fin yo era una especie de chacha donde la mayoría de mis hermanos se divertían a costa mía y a cuerpo de rey.... mas las cosas pasan y...

     Un día mi padre se vio en la necesidad de que alguién cuidara de él, lo atendiera, tuviera presente su medicación, las salidas a los médicos, al super... en fin, me presenté voluntaria para toda aquella embergadura. Además también cuidadaba de mi madre enferma...

    Lo que quiero decir con todo esto es que... un día mi padre empezó a dialogar conmigo, a tratarme de forma mas humana, a tenerme presente en su vida, a considerarme como a una hija.

    Mi padre me comentó que le perdonara todo el daño que el me había hecho. También me dijo que si yo le perdonaba a él, pues el me perdonaría a mí. La verdad es que le dije que le perdonaba. Hoy por hoy no me arrepiento. Ya que, siento una enorme paz interior. Al final de su vida hubo...un reconocimiento de sus errores y una reconciliación. No esperaba todo este bonito detalle por su parte. Mas pienso que ha sido un regalo muy importante por parte de la vida. Yo le doy las gracias.

       Dicen que el perdón es la máxima expresión del amor. De un amor verdadero y auténtico. Yo me lo creo. Mas se ha de responder con la misma pulcritud y convicción .

     M.Mercedes Rodríguez Perera   6/07/14