A mis abuelos en tiempos casi navideños

   ¡Felicitaros abuenos, Jacinto y Severa, de forma imaginativa estas navidades!. A día de hoy os sigo queriendo muchísimo. Pero no os preocupéis por mí. He aprendido muchísimo de vosotros dos y de las maravillosas cenas navideñas para tres. ¡Oh, claro que no estábamos en un buffet!... mas mi abuela cocinaba estupendamente bien. Os traigo a la memoria en estos momentos por que quiero agradeceros lo bien que siempre os habéis comportado conmigo. El cariño tan entrañable que sentíamos los unos por los otros. Aquellas  navidades en el campo rodeada de muchos animales. Sí, nuestra gran familia. Ahora ya casi no voy al campo. Pero vosotros habéis sido y seguireis siendo la luz de mi vida. La capacidad para  reír abiertamente. La ilusión para valorar las cosas importantes y necesarias. Supisteis sembrar la alegría, la ilusión cada mañana, la dulzura en la espera, la confianza plena que ambos teníais en mi persona. Me apetecia dedicaros estas palabras por que suelo dedicar espacios de mis momentos, realmente a personas cercanas y especiales. Os quiero muchísimo. No me imagino lo que hubiera sido mi vida actual si no llega a ser por vuestra trabajosa y aparatosa, en ocasiones, dedicación a mi aprendizaje (mira que no había forma de que aprendiera casi nada). También quiero dedicar a Salud Mental, el esfuerzo que estáis haciendo con personas como yo. Con unas ganas enormes de estar integrada y reconocida socialmente. Con valores que pueda aportar a las personas interesadas en ellos. Sé que el trabajo en Salud mental es bastante difícil. Pero yo estoy muy agradecida a todo el equipo. También a otras personas que te muestran cariño, respeto, trabajo, aceptación, valoración por uno mismo y los otros. Creo que el trabajo de equipo es el que mejor funciona. Ya que se tiene en cuenta a cada uno de los miembros del equipo. De ahí surgen verdaderas propuestas que pueden ser toda una solución a tantas y tantas necesidades. Mil gracias a todos y que la navidad llegue a vuestros corazones y anide en ellos toda la vida. Entendiendo por navidad, pues los momentos de superación, de acogida y levantarse sin pensarlo mucho. Os felicito porque hacéis o intentáis hacer que nuestras vidas tengan un sentido positivo, una razón para ser felices y, dar las gracias.

       A mi abuelo le regalo un buen concierto de música clasica, una buena novela de vaqueros, un periódico universal.

        A mi abuela le regalo un jardín muy especial, muy particular. Le regalo esa ternura que ella me enseñó a trabajar con ahínco y muchísima sabiduría. Un libro de oraciones por que sé que le va a sacar el máximo partido. ¡Ah, y el periódico, junto con una cadena de noticias para ambos!

      A Salud Mental, quiero regalarle un gracias infinito en las que se manifieste que, nuestro trabajo y el suyo pueden estar cogidos de la mano. Le regalo una mano que exprese los intentos bien intencionados por superarnos en el día a día. Les regalo un globo de colores para dar a entender que la esperanza es una ilusión en los niños. Y que los niños son el fruto de nuestro tiempo, paciencia, de dicación... les deseo muchísima suerte, fortaleza en el andar del día a día, y que tengan la oportunidad de ver reflejado su fruto en nuestra sociedad un tanto incrédula. ¡Gracias!

    M.Mercedes Rodríguez Perera