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martes, 28 de octubre de 2014

Madurar


  ¡Oh, madurar! Es un concepto que suena genial. No te digo nada mas de su contenido. Pero madurar demasiado de prisa o demasiado despacio, pues no es bueno. Se madura aprendiendo de los errores. Soltando amarras que parece cuesta soltar. Cada persona puede tener un concepto particular de lo que pueda ser madurar. De alguna manera está relacionado con la resolución de problemas. La capacidad que tengas, tanto teórico-práctico, para salir a flote. Dar pasos hacia delante. Sin embargo una persona muy madura puede también tener carencias que le impidan ser feliz. Sin embargo hay personas que actuan un tanto a lo loco, despreocupadas casi de todo, y les ves, aparentemente super felices. La vida está llena de contrastes. Si me toca un determinado contraste, espero me haga feliz. La vida está llena de sueños que vuelan indistintamente en todas las personas. En sus mentes, en su forma de ver y entender la vida. Mas el amor si se sabe administrar y sacarle el mayor jugo posible, pues te puede hacer muy feliz. No se necesita mucho para ser feliz. Mas no siempre estamos conforme con todo lo que nos rodea, y el amor puede escaparsenos de las manos. ¡Y la felicidad, pues imaginativamente, puede abarcar otros momentos!. Trabajar aquello que queremos nos puede ayudar  a ser felices. Un vehículo conductor puede ser una excelente intuición. El que no arriesga... difícilmente gana.

     M.Mercedes Rodríguez Perera

2 comentarios:

  1. ¡A quién no le gusta que le digan que es una persona madura! ¡Que tiene una gran madurez! Pero ser una persona madura, o muy madura, no significa que carezcas de otras carencias. Nadie es perfecto y cuando menos lo esperas te das de tropezones que ni mirando al suelo te liberas de ellos. Para ser respetuoso es necesario tener madurez. Porque la madurez tiene mucho que ver con el respeto y la educación.

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  2. La madurez, puede ser algo así, como sembrar un campo. Sabes que la semilla es buena. Sí, por que tú, tal vez, las hayas elegido entre las mejores. Pero luego descubres que no todo depende de ti para que el fruto de tales semillas sea realmente bueno. Descubres que las inclemencias del tiempo te pueden desfavorecer bastante. Descubres que el clima no siempre es el adecuado. Mas contabas con ese tipo de situaciones nada gratas. Y aunque el fruto no haya tenido lugar, pues tú miras al cielo, al suelo, contemplas, por ejemplo, una mala cosecha. Mas lejos de desanimarte, piensas que la próxima cosecha será mejor. No te hundes, piensas en positivo y eres un ejemplo a seguir. ¡Y eso que la cosecha pudo haber sido un desastre! ¡Sobrevivir no es fácil!. ¡Mas es toda una necesidad su aprendizaje!.

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