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viernes, 3 de octubre de 2014

He vivido mucho tiempo encerrada en un mundo hermético


  He vivido mucho tiempo sintiéndome encerrada en un mundo hermético. Me fue muy difícil, en su momento, contactar con el mundo real. Lo que yo llamo el mundo exterior a mí. Por circunstancias ajenas a mí, tenía la sensación casi continuada, de no llegar a formar parte de ningún grupo. Incluido el núcleo familiar. Lo peor de todo ello es cuando te llegas a creer que el espacio tan reducido en el que se ha convertido tu mundo, pues puedes llegar a pensar que te lo mereces. Que ese es tu lugar y no hay otro. Mas como la mente es la mar de caprichosa. Si tus talentos, tus dones genéticos, tu aprendizaje ambiental... pues se percatan que tu espacio ha de ser mucho mas amplio, pues... de alguna manera te obligarán a salir de tal infierno. Por que, ya tú, en muchos momentos has salido del cascarón y has expresado ciertas opiniones. Tal vez, hayas ayudado algunas personas en momentos de auténtica necesidad... Pues tarde o temparano vas a salir de ese aparente cascarón del que aparentemente no puedes moverte. La vida llama a la vida y entiendes que a tu manera tienes que luchar por tu espacio en la familia, en el mundo, en un grupo determinado. Nadie ha dicho que sea fácil recorrer un laberinto en horas. Mas todo se consigue si el corazón se pone en marcha. Si la sonrisa es tu carta de presentación mas particular. Si tocas en determinadas puertas y algunas se abren aun suponiendo todo un asombro para ti. Mas las oportunidades existen para ser vistas, vividas, puestas en marcha. No es que yo sea una lanzada de la vida. Mas he aprendido hacerme hueco en la sociedad, en el mundo que casi sin querer pierdo de todas todas. Hoy me siento libre. Soy capaz de sonreír y hasta de reír a carcajadas. Hoy empiezo a sentirme parte de un grupo social. Hoy me siento cómoda ante mi y ante el mundo. Os doy las gracias puesto que, vosotros habéis tenido mucho que ver en este crecimiento personal. Una vez recorrido el camino. Se ha de aprender lo mas importante de dicho camino y sin mirar la vista atrás, sentir que lo has conseguido. Costó muchísimo por que ya yo me había resignado a estar en ese habitáculo pequeñísimo de mi vida y del mundo. No sé exactamente como salí de aqúel aparente infierno. Mas sé que estoy fuera y ello me hace respirar abiertamente, a puro pulmón. Si deseas algo insistentemente y piensas que puede ser bueno para ti, intenta luchar por ello todas las veces que te sea posible. La vida entiende de momentos.  Y muchos momentos están llenos de mucha vida.

    M.Mercedes Rodríguez Perera

2 comentarios:

  1. Aislarse del mundo, de las responsabilidades, pues puede ser relativamente fácil. Busca un hobby que te guste y observarás que las horas pasan una detrás de otra casi sin percatarte de ellas. Pero la vida también existe en el exterior. En un mundo donde las relaciones personales son la mar de interesantes y necesarias. Procura no aislarte demasiado, puesto que, puedes tomar una actitud cómoda y te puede resultar difícil salir de ahí. Luego, cuando quieras conectar con el mundo exterior, con la realidad del día a día, ello te puede resultar super difíicil. ¡Piénsalo!

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  2. Un mundo particular, a parte, personal... puede ser super peligroso. La persona es por naturaleza un ser sociable. Sí huyes de la situación natural de relacionarte con el mundo, pues puedes quedar atrapado en un infierno que, difícilmente, podrás identificar. Pero aún peor, puedes sentirte cómoda en tal infierno y no ser consciente de todo lo que te puedes perder al no estar conectado con un mundo real, sociable, con sus más y sus menos. No dejes que tu tiempo se pare y tu vida pueda entrar en una situación de agonía. No pierdas tu norte y conduce tu vehículo personal en conexión con otras personas, formas de vida. ¡Sí, da te una oportunidad!

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