¡Y quién torea al tiempo!

  Bueno, hablando claro, al tiempo no hay quien lo toree. El tiempo es escurridizo. Dice ser señor de todo un imperio. Vacila los momentos y se cree con dotes para manejar todo lo que alcanza su territorio. Quizás también tu voluntad. Y si me apuras un poco, te diría que tal vez piensa que todo le pertenece en la medida que se le vuelva antojadizo a tal señorito un tanto atrevido.

    Aunque quizás en todos estos comentarios exista algo de verdad. Ya que, se utiliza la expresión de: "Ya habrá tiempo, no te apures". Tal vez se comenta: "No te apures que el tiempo no se te va a escapar de las manso". Mas señores, señoras, el tiempo se maneja casi en un visto y no visto. Dejamos cosas importantes para el día siguiente. Y cuando las vamos a buscar, despues de un agradecido desayuno, observamos que ni tiempo, ni cosas, ni nada de nada. Ojo, que con este comentario no te estoy invitando a que encarceles al señorito tiempo. Ya que ello es todo un imposible. A mí se me han escapado multitud de situaciones por esperar al tiempo. Por pensar, quizás, que siempre hay tiempo para hacer las cosas. El tiempo está ahí a merced de todos nosotros. Mas el tiempo suele pasar sin previo aviso. Y tal vez, con una gorra de viscera para hacerse el despistado. ¡Pero que frescura con el señorito tiempo! ¡Frescura con el tiempo a la velocidad que pasa! ¡La incertidumbre forma parte de nuestro tiempo y de nuestras vidas! ¡Aunque, de vez en cuando, es importante pensar las cosas y que el tiempo siga su ruta! ¡Hay errores que se pagan excesivamente caros por falta de tiempo!

    ¡Caramba, caramba, caramba!...

      M.Mercedes Rodríguez Perera