_¡Oh, promesas rotas!
_¡Qué mal saben las promesas rotas!
A veces, se digieren dichas promesas incumplidas, pues realmente mal. En algún momento puedan estar justificadas por causas mayores. Mas a veces, parecen estar encadenadas cual spot que se publica una y mil veces. Una promesa pienso yo que es algo serio. Es, por decirlo de alguna manera, una forma de comprometerse con una o varias personas. Cuando estas promesas se convierten en algo así como en un chicle de mascar pues mejor pasar del tema, puesto que el sistema de actuar de los incumplidores de promesas pueda estar ya definido. Cuando se pierde el respeto a las personas puede ocurrir que, o pasas de esa situación con un corte radical y te conviertes en un visto- no visto para dichas personas. O te preparas, quizás para un desencadenamiento personal de multitud de insastifaciones y desvalorizaciones. Hay personas que puedan llegar arrastrarse hasta el infinito y mucho mas. Cuando tu no te valoras utilizando tus principios, tu carácter, tu personalidad definida. Tal vez, puedas caer en un desencanto para terceras personas, donde quizás se busca una persona formada en el actuar, en la disciplina, en la naturalidad. En determinados momentos se puede llegar a un rescate a tiempo. En otros momentos. dicho rescate puede llegar a ser todo un imposible. ¡Quizás se haya llegado demasiado tarde!¡Oh, quizás no haya, en este último caso, salida!
M.Mercedes Rodríguez Perera
Valorarse es algo primordial, esencial en nuestras vidas. Si no te valoras, terceras personas, quizás a la espera de gente insegura, inestable en el actuar, consentidora del todo vale... pues puedan, tal vez, hacerte muchísimo daño. Tenemos una naturaleza que nos condiciona, también nos caracteriza, y, sobre todo busca nuestra realización peronal, nuestra libertad bien entendida, nuestra cooperación en alguas causas. Las promesas incumplidas de forma sistemática pueden llegar a convertirte en alguién al cual no se valora, no se le respeta. No te conviertas jamás en alguien de "usar y tirar". La vida puede, tal vez, no permitir con agrado tal comportamiento.
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