¡Gracias por aquellos momentos!...

  Sí, por aquellos momentos en los que mi vida fue puro desahucio, y con vuestra ayuda, vuestra atención, vuestra colaboración, pues hicistéis que me agarrara fuertemente a la vida.

  Gracias por no mirar exclusivamente mi fisico, cuadno mi abandono llegó a mi persona un día sí, y otro, también. Un abandono, por supuesto, involuntario pero con una incapacidad para detener aquello en lo que mi vida se estaba conviertiendo. ¡Qué horror!

Gracias por vuestra constancia en el trabajo diario, en la perseverancia en cuanto a mi salud se refiera. Todo ello hizo posible que yo tuviera algunas opciones, en el día a día, con respecto a un rescate, una supervivencia que mi persona pedía a manos llenas.

  Gracias a todos vosotros, seguidores y no seguidores del blog La vida, por que habéis conseguido lo que para mí era tdoo un imposible en quellos durísimos momentos de mi existencia: ¡La vida!

     Necesitaba, en aquellos terribles momentos que yo sentía interiormente, comunicar mi vida, mi forma de entender distintos momentos. Mi forma de contactar con el mundo. Mi forma de versionar mil situaciones diferentes. Y sentí que de alguna manera, todos los que compartíais algunos de mis momentos, buenos o malos, pues formábamos equipo. Por supuesto, no es necesario pensar como yo. Para nada. Cada persona tiene su propia forma de entender su vida, su mundo, su manera de llegar así mismo y a los otros. Esto me parece respetable y admirable.

   Mil gracias por estar ahí, por haber conseguido que yo, de alguna manera, también formara un poco parte de vuestras vidas.

     Superar todos los momentos que albergaban mi persona (alma-cuerpo) hubiera sido,prácticamente, todo un imposible. De alguna manera, al sentirme acompañada, seguida en mis escritos, de alguna manera, aceptada, pues todo ello me dio la fuerza suficiente para llenarme de valor, de fortaleza y tirar pa´lante.

       Yo no estoy precisamente, acostumbrada, a que se me escuchase, a que se me tuviese en cuenta. Mas bien estaba retraída en mi mundo mas particular que, casi, casi, me lleva al precipicio.

       Mil gracias por estar ahí, por acompañarme en tantos y tantos momentos. Mil gracias por llegar a entender lo importante que todos vosotros/as sois en mi vida. Gracias de todo corazón

             Dicen que la constancia hace milagros. Mas en la oscuridad de un túnel es muy difícil que se manifeste un milagro. A no ser que la fuerza interior sea tan fuerte que, el propio túnel te expulse hacia el exterior. Sí, hacia la luz.

     Mil gracias, también, a Salud Mental, y, por supuesto, a todos los buenos profesionales de Salud. Mi homenaje, a todos ellos, por su trabajo, su constancia, su dedicación, su esfuerzo personal, grupal. Mil gracias por estar ahí, y convertir nuestra vida en algo mas habitable, mas llena, mas auténtica.

      M.Mercedes Rodríguez Perera