A veces me cuesta reconocer...

   A veces me cuesta reconocer a personas que siempre han estado a mi lado. Sí, junto a mí. A lo mejor no nos unen lazos familiares muy cercanos, pero casi de forma inconsciente, he intuido, casi percibido de forma inmediata que están ahí, junto a la necesidad. Junto a los momentos mas alegres de la vida. Aquellos momentos en los que sentirte arropada era toda una necesidad imperiosa. Quizás me haya parado mas en personas que no han sabido valorar mi amistad, mi respeto, mi colaboración en momentos necesarios. Personas que me han dado de patadas sicológicas los que se puedan escribir en una enciclopedia y muchas mas. Personas que han utilizado golpes muy bajos a la hora de acercarse a mí. Personas que hoy, yo, tomando consciencia de ello, pues pienso que lo mejor ha sido haber cerrado la puerta a tales dardos envenenados y a vivir mi vida. Con mayor precaución, puesto que, las experiencias son verdaderas madres en el camino de la ciencia, de la objetividad, de la vida en cauce... Y la vida me conquista. Ya no me hago preguntas infinitas intentando descubrir que ha pasado. Por que yo tengo que pasar por ese tipo de calvarios. Mas luego descubro que la vida te lleva por multitud de veredas. No es culpa mía haberme equivocado con ciertas personas. Simplemente la vida, el camino vida, me invitó a reflexionar a cerca de dichas situaciones. Sin traumas, sin malor rollos. Un problema quizás que debía haberlo solucionado antes...

   ¿Y el perdón?...

        Quizás te resulte increíble, tú que tal vez me conozcas bien, pues que estaría dispuesta a perdonar a ciertas personas que en tiempo atrás sería todo un contracentido. Entiendo que todos nos equivocamos, o podemos equivocarnos en nuestro obrar. en nuestro actuar. Si a mí me gustara que ciertas personas me perdonarán por una actitud mía nada correcta. Quizás por un fallo de ellos/as no intencionado, pues yo entiendo que en mi situación actual sería capaz de perdonar a ciertas personas. Pero ese perdón sería intencionado, con muy buenas intenciones de que dicho perdón fuese auténtico. Sin reproches, sin malos rollos. Lo digo con sinceridad, con verdad en el hablar y en el sentimiento....

       La verdad crea caminos difíciles de recorrer... mas el perdón corrige dichos caminos y nos fortalece en nuestra condición humana, sensible, comunicativa... de escucha. De entender que abrir los ojos no significa estar menos dispuestos asumir nuestra realidad, nuestros fallos, errores, malos momentos. La vida es una. Mas los caminos que se puedan recorrer son múltiples. Todos nos equivocamos. Mas no siempre se nos puede poner en bandeja una reconciliación.

    M.Mercedes Rodríguez Perera