Translate

jueves, 4 de septiembre de 2014

Gracias a la vida...

        Gracias a la vida...
   Cuando me entiende.
  Cuando me permite ser atrevida en momentos un tanto cruciales pero necesarios.
   Cuando sonrío por que me siento muy bien acompañada.
     Cuando me interrumpe al pasarme de rosca en cuanto a urgar mi mundo interior que, a veces, puede atraparnos de un mordisco casi sin que nos percatamos de ello.
    Cuando me permite pedir disculpas y recuperar a personas muy significativas para mí.
    Cuando me arropa ante momentos de obscuridad absoluta, de incertidumbre, de situaciones que puedan bloquear mi existencia.
       Por que me permite, a veces, reír a carcajadas y desconectarme de todo tipo de momentos.
       Por que recuerda que yo existo y lo importante que puedo llegar a ser por mi trabajo, por mi capacidad de reaccionar ante situaciones adversas, por que de alguna manera confía en mí.
       Por que me hace sentir parte del mundo. Desconectar de un yo interior que a veces, me atrapa en momentos infinitos.¡Ojo, sin pedir permiso!
       Gracias a los momentos vividos y a la fe que mucha gente pueda tener en nosotros, y nosotros,también en ella.
        Gracias por permitirme ser humilde, sencilla, cercana...
         Gracias a la vida por que sabe donde, cuando, en qué momento encontrarme y transmitirme  una seguridad infinita, y un arropamiento encantado.
          Gracias a la vida por que me permite contactar con la gente que quiero, que estimo, que me ilusiona ante el mundo, ante ti, ante la grandeza de toda una naturaleza.
            Gracias a la vida por permitirme contactar con vosotros... por ser tan afortunada en este aspecto.
         Gracias a la vida por darme distintas oportunidades en distintos momentos cruciales en mi vida.
     Gracias por tener la capacidad de abrir los ojos y descubrir distintos caminos viables que me llevan a contactar con la vida y de alguna menera, relacionarse gratamente con mi mundo interior-exterior.
       Incluso a veces, le doy las gracias por no haber perdido la realación del todo con la vida, con el mundo, con la esencia de todo un universo.
     Sabes, a veces he perdido el hilo de mi vida y... siempre han existido personas cercanas que sí han querido estar ahí.

            M.Mercedes Rodríguez Perera  

3 comentarios:

  1. A veces podemos llegar a pensar que podemos torear la vida a nuestro antojo. Difícimente somos conscientes que nosotros somos vida. A lo mejor comentamos que somos vida, mas podemos tener una actitud depredadora ante dicha vida. Por ejemplo, cuando no nos cuidamos. Cuando tenemos una actitud continuada de discordia con nosotros mismos y el entorno.¿No consideras que esta puede ser una forma de castigar a la vida y a nosotros mismos?

    ResponderEliminar
  2. La vida es un tesoro sin igual. El equilibrio en sí mismo, es un canto a la vida, a la armonía al bienestar personal y social. Se dice que un minuto puede llegar a ser vida. Pero también que una hora puede llegar a ser un infierno indescriptible. La vida invita a la paz, a la acción, a contemplar los momentos, a disfrutar de todo lo que nos agrada,nos hace felices.

    ResponderEliminar
  3. La vida se nos puede escapar de las manos en un abrir y cerrar de ojos. Quizás en un suspiro. Los momentos pasados ya no se recuperan. Es en el día a día donde vamos formando, cultivando aquello que nos hace grande. Lo que nos agrada ejecutar. La vida está ahí... mas si la tratamos mal no dudes en que, de alguna manera, pues nos pasará factura. La espera nunca es eternamente grata, por que la esencia vital va perdiendo su capacidad de recuerdo, de aliciente. La espera ha de ser alimentada con bonitos momentos. Sí, de esos que llegan al alma... y nos hacen descubrir una fortaleza de la cual no nos habíamos percatado en su momento.

    ResponderEliminar