El balde que quiere ser llenado de... Y otro que deseo vaciar de...

   Un balde que quiero llenar de...
      Tu sonrisa, tus momentos bonitos, tu inquietud, tu espera...
       De momentos bonitos , necesarios para todo crecimiento personal y social.
       De música muy variada. Sí, para armonizar los momenos que mas gratos nos sean.
       De sensibilidad, para no perder el contacto con la realidad, con uno mismo, con la gente que tu quieres y a ti te quieren.
      Juegos divertidos para reír hasta la saciedad. Para coquetear con el viento y llegar, imaginativamente, a tocar el cielo con mis manos. No sin antes despedirme de la luna...


Deseo vaciar el balde...
    Del egoísmo.
    Del pisoteo con el fin de obtener tus propósitos a costa, quizás de cualquier precio.¡Pues eso sí que no vale!
    De la marginación que sufren muchas personas por su color de piel, por su raza, por su ideología, por tenr convicciones diferentes a las tuyas.
    De la guerra no justificada de muertes sin sentido ni razón de ser, de los desahucios emocionales, físicos... De la violencia que nada ni nadie ha de justificar. De la pobreza extrema donde la dignidad pueda estar pisando fondo de mil formas diferentes.

    ¡OJO!
El balde lleno... pues nunca se llena del todo. ¡Oh, parece insaciable!
El balde vacío tampoco parece quedar nunca del todo vacío.

     Quizás entre todos podamos encontrar el equilibrio en ambos baldes. Quizás  descubramos su fondo y su forma y así entender que un equilibrio emocional, afectivo, personal, es posible si todos aunamos fuerzas y apostamos por un mundo mejor, mas humanizado, mas vital, mas iluminado, donde vivir se  algo bonito además de necesario y auténtico.

      ¡Quizás a ti se te ocurran otras cosas para compartir, para crecer en comunión con la gente que quieres y que te quieran!
      ¡Quizás también tú puedas poner tu granito de arena!
            ¿Qué te parece?
         ¡Te apuntas a llenar el balde de algo tuyo personal... y de quitar algo del balde!

     M.Mercedes Rodríguez Perera