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miércoles, 22 de octubre de 2014

La vida está llena de contrastes...


   Unos agradables. Otros, pueden ser realmente antipáticos. El respeto es esencial en nuestro metabolismo-vida. Es el respeto quien capta la atención de personas  igualmente respetuosas. El respeto no ha de interpretarse como "una soga al cuello". Mas bien como una actitud de presentación que abre muchísimas puertas. Quizás una llave maestra que pocos han  descubierto a pesar de usarla en multitud de momentos. ¡La vida de por sí es todo un misterio!A veces, no me gusta realizar ciertas tareas que a su vez, considero toda una obligación. Por ejemplo, mantener limpia la casa, atender mis necesidades básicas, cumplir con ciertas personas que se merecen todo mi respeto. Respetar el turno a la hora de comunicarnos. Entender que todos somos iguales en cuanto a formas básicas de interprepar la vida, el momento en el día a día. En creatividad podemos ser realmente únicos y estar, aparentemente, fuera de lugar en cuanto a formación, estilo, clase social. ¡Si te digo yo que la vida, a veces, es excesivamente caprichosa! Sin embargo, es importante entender que es en la variedad donde nos sentimos realmente grandes, auténticos, poderosos y hasta complementarios. Si respetamos la naturaleza, tal vez ella, se sienta igualmente respetuosa con nosotros.

     La obligatoriedad en el hacer de muchas cosas, puede provocar quizás, en nosotros, una actitud de disciplina (Vista, quizás en muchos momentos como algo incómodo). Pues esta obligatoriedad también se nos puede presentar como una manifestación de nuestros derechos. Una forma de entender la vida como una expresión de principios que nos transforman en el buen hacer... quizás,también en personas auténticas, libres.

    El "todo vale" no es, precisamente, una relación de vida cómoda, satisfactoria. Mas bien creo que puede dar lugar a multitud de insatisfacciones, quizás dependencias algo mas que enfermizas ¡Ojo, pues!. Arrancar un coche, aunque sea un todo terreno, cuando su mecánica está fallando, o se ha resistido a dar una rueda mas, eso si que es verdaderamente perder el tiempo. ¡Bueno, a lo mejor te vale una foto!¡Dicen que la imaginación puede ser la mar de caprichosa!

      M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. Normalmente, pueda ocurrir que, hablar de obligaciones pues pueda ocasionar, de manera imaginativa, pues urticarias en toda tu persona. Algunos pueden gritar hasta el sofoco o quizás la taquicardia que hablar de obligaciones, pues pueda ser una coacción de sí mismos, Una negación a la libertad. Según mi entender, los derechos, los deberes, y las obligaciones... bien entendidos, bien asimilados, bien acoplados en nuestra persona, pues nos pueden hacer verdaderamente libres, llenarnos de un respeto fruto, quizás, de poner límites a ciertos abusos. La obligación me abre la puerta a los derechos y a los deberes. Claro que, sin deberes, difícilmente se podria hablar de derechos y obligaciones. Un tanto de lo mismo puede ocurrir con los derechos, tan necesarios en nuestra vida, en nuestro mundo un tanto particular.

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