Porque tiene inquieta la mirada.
Porque se juega a ser como un niño.
Porque la búsqueda es un encuentro agradable.
Mas el encuentro una ilusión placentera.
La casa de los sueños ambulantes.
Transeúnte de momentos.
De vivencias arriesgadas.
Porque... la despedida se entiende... y los momentos planifican los encuentros.
La casa de las contradicciones por que casi todo tiene cabida en sus adentros.
Mas la espontaneidad roza la calma.
¡Oh, y tú que lo veas!
M.Mercedes Rodríguez Perera
¡Oh, una casa alborotada!Donde conviven varias generaciones. Donde hay poco tiempo para el aburrimiento. Una casa alborotada cuando tu cabeza no está lo suficientemente amueblada. Y se cuelan los carotas, los primos de los primos. Los vecinos de otros tiempos. Mas la vida continúa y tú vuelves a poner orden en tu mundo interior-exterior. Casi parecía todo un imposible. ¡Tal vez, se te coló una tormenta en tu vida! Mas quizás tú supiste encaminarla. ¡Oh, bien!
ResponderEliminarLa casa alborotada cuando hay mucho ruido. Cuando no se precisan bien los momentos. Cuando la masa impide ver a la persona en sí. Cuando hacemos caso omiso a una necesidad inminente. Cuando tu mente es bastante trastiona y cuesta poner orden a los momentos mas inmediatos. Mas nadie ha dicho que ante un desorden de todo tipo, pues no se pueda llegar a tener un cierto orden. ¡Oh!...
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