Translate

domingo, 18 de enero de 2015

Un encuentro conmigo mismo


  ¿Sabes?...
Cuando me encuentro conmigo misma, pues a veces, casi inconscientemente, me encuentro de manera casi involuntaria contestando a todo un cuestionario, que en ocasiones, es súper especial y hasta necesario. No siempre es bueno sincerarnos con nosotros mismos... mas a veces, es una cuestión básica de principios a los cuales no se ha de renunciar.
    Ante ciertos temas muy necesarios para mí, pues he pasado de sonrojarme, al miedo, a la inquietud, a la inseguridad... mas interiormente, he sabido que he tenido que tratarlos. A veces, he tenido la sensación de que en mi camino vida había muchas piedras enormes que me impedían el paso. Me lo dificultaban enormemente. Por lo que he tenido que ir esquivando algunos obstáculos. Otros, pues no me ha costado otro remedio que hacerles frente.
     Luego viene otra etapa donde casi me martirizo por tratar ciertos temas.
          Sí, me siento como una oveja acorralada, que se lleva al matadero...
     _¡Oh, qué he hecho!
     _¡Dónde te has metido!
     _¡Has considerado las consecuencias!

Mas miro mi interior un momento y me contesto:¡Todo antes que un infierno!

        Ya pasó, la vida sigue, se emociona, se enrarece, se cuestiona cosas...
      La fortaleza mas importante es aquella que nace de todo un interior personal.
           Mas es importante saber que se han de aunar fuerzas de todo un exterior, que posibilite nuestros pasos para llegar a buen puerto.
       El puerto de la solidaridad, de la salud, de la comodidad, de las necesidades básicas cubiertas, de la seguiridad...
             Mientras haya vida hay camino...
       Es el camino quien nos hace fuertes o debilita nuestro deambular por los caminos de una vida. Tal vez, de una sinrazón. Ante todo una acuciante necesidad de supervivencia.
         Mas la vida está ahí para ser acogida, respirada, cuestionada, amparada, y... hasta guiada.

   M.Mercedes Rodríguez Perera
 

1 comentario:

  1. Aunque parezca pura contradicción, yo pienso que nuestro mejor aliado y nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. En temas importantes, se hace necesario andar con cuidado. Mas cuando la necesidad se nos muestra de cuerpo presente, ésta ha de ir cogida, necesariamente, de la mano de la verdad, de la confianza, del arranque personal y hasta grupal. Una mentira continuada es posible que, hasta un niño de dos o tres años la detecte. ¿Tú, crees?¡Pues sí...!. La verdad usada adecuadamente, es una herramienta eficaz para crecer en un edifcio que, difícilmente, se desploma ante el peligro. ¡Tenemos derecho a conquistar la libertad!

    ResponderEliminar