Translate

domingo, 11 de enero de 2015

Un mundo aparte


   Cuando eres incapaz de perdonarte a ti mismo ciertas acciones que, muchas veces, escapan a nuestro propio control...
    Cuando no perdonamos comportamientos que se han cometido bajo una actitud de broma ( a veces, pesada), pero que luego pueden dejar huellas nada gratas en nosotros mismos...
    La vida se nos puede presentar en ocasiones un tanto conflictiva, un tanto contradictoria y hasta incongruente... mas yo pienso que la vida, en general, sabe lo que hace y el por qué de sus acciones. Una determinada actitud puede estar reflejando, casi sin ser conscientes de ello, pues el perdón a terceras personas. ¡Caramba, pero que trastiona es la vida!
     Vamos, yo no es que ande por ahí dando la absolución a todo hijo de vecino. ¡Ojo, para nada!
   Mas es verdad que he perdonado a ciertas personas ciertos comportamientos donde he entendido en un momento particular que todos podemos cometer errores y ser conscientes de la necesidad de ser considerados. ¡Ojo, a mí también me han perdonado!
    Cerrarte en banda es una de las peores cosas que le puede ocurrir a una persona. Ya que, corre el riesgo de perderse así misma. ¡Oh, mal rollito!
    Yo a veces ando con una actitud de ordeno y mando. ¡Oye, que yo no sé quien me colocó el san benito!. Luego me miro, muy asustada, por si llevo el traje militar. ¡Oh, que respiro, no ha sido así!
  Me pregunto: ¿Dónde vas tú con un traje militar?
        ¡Mercedes, centra los momentos y rebobina!
  Una persona puede ser muy rica, inmensamente rica, y encontrar en su vida una vacío infernal. Esta persona tal vez daría toda su fortuna por conseguir un momento de paz, de luz, de libertad bien encauzada y bien entendida... quizás hasta le hubiera gustado volver a ser niño. ¡Oh!...
      Un pobre puede ser muy feliz, muy cercano en sus andanzas, muy soñador... mas el dinero puede invertir lo que tenía por convicción, por arranque vital... y vivir en un mundo sin sentido ni control. Vivir atado a los vicios y a un dinero que lo convierte en alguién sumiso, triste, esclavo de sí mismo, e inconformista.
     ¡Bueno, Mercedes, tampoco te paces que tú no has rozado, ni por asomo, ninguna de esas dos vidas!...
       Sí, ya lo sé, toco madera.

 Sabes, a veces no sé realmente quien soy. Ni siquiera sé donde van dirigidos mis avanves, mis momentos evolutivos. No es que esté perdida del todo. Mas han habido cambios muy fuertes en mi vida. Sobre todo en estos últimos años y un poquitito de ayuda en el camino, pues no me vendría nada mal.
     Somos, pienso yo, caminantes de caminos. La soledad no es mi fuerte. Y en el camino nos encontramos muchas personas dispuestos a compartir, a motivarnos, a ofrecer y hasta recibir ayuda. ¡Oh, sería muy bonito y gratificante!

        M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. Quizás se pueda entender un mundo aparte, pues como un gran vacío interior y no tener, en esos momentos, la capacidad de averiguar donde está el problema y cual su precisa solución. A veces, el vacío interior puede ser cuestión de momentos. Otras, puede estar pisandote los talones casi una vida. ¡Ojo pues! Mas muchas veces, se puede salir de él. Intentando ser personas coherentes, flexibles, colaborando con terceras personas, acudiendo a lugares que nos sean grandes. Teniendo personas cerca de nosotras que entiendan lo que estamos viviendo y la astucia necesaria para sacarnos de semejante laberinto. O.K

    ResponderEliminar