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lunes, 5 de enero de 2015

¡Oh, y las cuerdas de un alma!


   ¡Oh, y las cuerdas de un alma!
Pues a veces se rompen. Sin un antes ni un después que las justifique.
    Ahogadas, tal vez, por la soledad, por desaires a destiempo. Quizás imprevistos a deshoras...
... a veces, quizás la ahogue su monotonía, su aburrida y poco trabajada vida interior. ¡Oh, a lo mejor perdió la guagua por un despiste!¡No sé yo!...
     Mas no es momento para venirse abajo.
 Mas bien... para desconcetar de la situación problématica. ¡Pues sí, que corra el aire!
     Quizás en ocasiones, la mente hace un as de cualquier  carta primaria. ¡Ábrase visto!
Mas tu vida merece ser vivida, sentida, quizás rescatada de posibles infiernos no resueltos del todo.
     Y cuando aprendas a nadar entre los avatares de la vida... la vida sin saber del todo lo ocurrido, sin conocer el cómo, cuando, por qué, y el donde de la  situación... te dará la bienvenida, y, por supuesto, las gracias.
       ¡Oh, has vuelto a la vida!
  M.Mercedes Rodíguez Perera

2 comentarios:

  1. ¡Oh, pero cuántas veces hacemos un mundo de un vaso de agua!¡Ojo, yo la primera! Y al pasar de los días vemos que dicha situación problemática pues se ha resuelto prácticamente sola. ¡Ojo, que la vida, a veces, es muy trastiona! Quizás donde el dolor sea mas profundo, inmenso... pues tenga lugar cuando tocan nuestros sentimientos mas a flor de piel. Nadie tiene derecho a destruir la esencia emocional de las personas. Por que en un momento particular la víctima pueda cobrar, de alguna manera dichas deudas. ¡Quizás ello sea ley de vida!... ¡Y los momentos vida son prácticamente imprevisibles!

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  2. ¡Quién rompió las cuerdas de mi alma!... quizás aquella persona que bien conocias, de la cual te fiabas plenamente y te la jugó. Incluso llegándote hacer un daño casi irreparable. Como puede ser la pérdida de confianza hacia otras personas que nada han tenido que ver con tu experiencia personal. Pero duele que te fallen esas personas en las cuales tenías confianza plena y estabas dispuesta a defenderlas contra viento y marea. ¡No siempre se inclina la balanza hacia nuestro favor!¡Mas hay que apostar por la vida, seguir viviendo, creyendo en gente nueva, madurando y por supuesto, disfrutando de todo aquéllo que hemos trabajado. ¡Gracias!

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