¡Oh, libertad, tesoro sin igual!
¡Cuánto pagaría por apropiarse de un poquito de tu esencia!
¡Ojo, que la libertad no tiene precio!
La libertad no suele juzgar, ni admite ser juzgada. ¡Oh, pero qué amulienta!
Te busca en los lugares mas recónditos de tu propia vida.
Se mueve coqueta por todo un universo.
Quizás a veces llora sus penas.
Mas se sobrepone en un pis-pas. Porque entiendde que el tiempo a veces parece excesivamente veloz.
La libertad en ocasiones es algo alcahueta. Novelera hasta la sequedad.
Su esencia es el compartir, por eso se alimenta de muchísimas situaciones vigentes.
Le gusta dar lo mejor de sí misma. ¡Mas ella lo sabe bien!
Aunque... muchas veces se pierde en su propia búsqueda. ¡Oh, pero qué ha pasado!
¡En fin, a veces, se va a ciega!¡Y andar a ciegas por la vida nos puede costar infinidad de tropiezos!
M.Mercedes Rodríguez Perera
¡Cuántas veces habremos hablado de la libertad!¡En cuántos momentos no habremos llorado su pérdida!Nosotros buscando la libertad y ella pisándonos los talones. Hay personas que piensan que la libertad es un manjar exquisito. Yo pienso que la libertad es algo universal, indivisible, hasta cómico... Mas trabajo se ha de poner en conquistarla, puesto que, si no se trabaja bien, pues... se pierde en un suspiro. ¡Oh!
ResponderEliminar