Una libertad mal entendida

   Pues quizás conduzca a una insatisfacción personal, grupal, social y hasta universal.
                          A una búsqueda insatisfactoria de contenidos que no entendemos y no estamos dispuestos asumir.¡Oh, mal rollito!
                          Al llanto mas desesperado y urgente, buscando el por qué de las cosas, situaciones, de los momentos de grandes incomprensiones. ¡Caramba pero que perdido podemos encontrarnos!
                 Mas no siempre hay una causa que justifique lo que en gana nos venga.¡Pero caramba, carambola!
                Quizás miramos hacía un dios infinito que parece darnos de lado.¡Pero que le pasa hoy a mi dios particular!
                 Y cuando la calma llega a nuestros adentros, transformando tempestades emocionales en tranquilas aguas placenteras... pues casi como que no nos lo llegamos a creer del todo.
                      Quizás sea entonces cuando nuestro niño interior nazca de forma sencilla, natural, humilde, liberada...
                  Quizás halla llegado el momento de hacer las pases con nosotros mismos y con el mundo.Y...tal vez, disfrutaremos de la capacidad de hacer felices a otras personas y también a nosotros mismos.
           ¡Tu vida habrá merecido ser vivida!

      M.Mercedes Rodríguez Perera