Sí, porque le encanta recrearse en otras atmósferas.
Liberarse de toda su esencia.
Despertar en los andares de la vida.
Mente viajera porque se lleva lo mejor de sí misma.
Porque cautiva otros corazónes, inquietudes, tal vez de todo tipo.
Viajera porque aprende del mundo infantil y se sorprende de la despreocupación de muchos niños.
De su falta de ridículo, de sus juegos y artilugios.
Mente viajera por que aprende de la filosofía, del buen andar, de todo un rodaje experiencia de muchas personas mayores de las cuales deberiamos ser discípulos en marcha, en atención, en aprendizaje.
Mente que viaja por un mundo, aparentemente, infinito. Casi sin ser vista, sin ser observada con demasiadas convicciones.
Viajar con un alma despreocupada, atrevida, motivada, y hasta angustiada... ¡Oh, pero qué me dices!
Sentir que tu vida ha merecido ser manifestada, observada, disciplinada...
Mas la esencia personal nunca se muere del todo. Por lo que tu cuerpo-mente nunca deja de viajar casi por cualquier lugar, tiempo y hasta espacio.
M.Mercedes Rodríguez Perera
Mente viajera cuando soy libre, disciplinada, amante de la vida, soñadora. Con inquietudes diversas. Mente viajera cuando respeto el entorno, cuando tomo parte activa en ciertas responsabilidades adquiridas. Mente viajera cuando consigo aprender de los otros y hacerme un hueco en el camino de la vida. Mente viajera cuando yo respeto tu espacio, y tú respetas el mío. Viviendo, quizás, en una convivencia armoniosa y necesaria.
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