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martes, 13 de enero de 2015

Nos miramos a veces, a través de...


   Nos miramos a veces a través de los ojos de terceras personas...
     Quizás hallamos sido, en alguna ocasión, burla silenciosa ante multitud de eventos. ¡Oh, qué descaro!
        Y no nos hemos enterado de ello. ¡Oh, abráse visto!
Saludamos, cordialmente, de forma amigable a los allí presentes... mas el murmullo parece inevitable.¡Oh, sorpresa, sorpresa!
      Y luego, por tantas y tantas casualidades que tiene la vida nos vemos reflejados en situaciones un tanto incómodas, de muy mal gusto. ¡Escape quién pueda!
    También hay persona que nos quieren bien y es un honor tenerlas cerca y apostar por ellas.¡Oh, parece que ha resucitado mi actitud vital!
     Mas como el juego de la ruleta es muy conocido por el factor vida... puede haber situaciones de burla que recaen, al pasar del tiempo, en las personas que provocaron dicha burla. ¡Uf, que lista es la vida!
     A pesar de los pesares y de que el patio se llena de moscas y moscones(curiosos de todo tipo y condición),pues hay que tirar pa´lante. Con la honradez y el trabajo bien hecho por bandera.
     Pensar que nuestro camino, aun lleno de tropizos, pues hay senderos espléndidos.
 La vida es un don muy preciado al que jamás se debe renunciar.
      Las oportunidades diversas están en el camino. Camino en el que a veces perdemos la partida por tener una actitud caprichosa y de mal rollo. ¡Uf, mal rollito!
      La vida puede presentar al alcance de tu mano momentos muy gratos.
            Si estos momentos se repiten, sin tu buscarlos, en muchas ocasiones... pues quizás la vida te está comunicando algo. No está de más averiguar el por qué de ciertos privilegios que la vida te pueda presentar como regalo.
      Mas a veces, será cuestión de actuar sin ningún tipo de cuestiones... por que quizás en un pis- pas puedan pasar a otras manos.

       M.Mercedes Rodríguez Perera
   
     

1 comentario:

  1. ¡Cuántas veces hemos sido burlas y malos rollos por parte de terceras personas. Unas veces quizás por capricho, por celos, por envidia... Mas la vida suele ser bastante justiciera. Difícilmente, entiendo yo, te regala las cosas así como así. Todo tiene un precio, y aunque no tenga dicho precio un valor económico, pues una actitud de agradecimiento y de trabajo personal, entiendo yo, que es recibida de buen agrado por la propia vida. A veces, las situaciones se dan la vuelta y se puede cambiar hasta el valor que antaño tenían dichos acontecimientos. ¡Pues abráse visto!

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