Unas veces se ganan batallas. Otras, simplemente, se pierden. Una batalla perdida no se ha de convertir en un verdadero fracaso. Aprendamos de las batallas desniveladas, siguiendo una actitud de equilibrio personal y grupal. Jamás perder la ilusión, la alegría, la templanza y, hasta el buen humor.
Las buenas amistades hay que cuidarlas como un tesoro sin igual. Mas de vez en cuando... se les ha de poner a prueba. Las tentaciones por las que puede ver se inmersa una persona pueden llegar a ser infinitas. ¡Y las caídas... ni te cuento! Por eso es mejor saber con las personas que contamos verdaderamente, aquellas que intuimos no nos van a fallar. En fin, a dejar plantados.
También es verdad que los verdaderos amigos, los tendrás ahí, junto a ti, siempre que estés en una necesidad apremiante. ¡Si son amigos de verdad, siempre estarán ahí!
Mientras haya vida habrá caminos por recorrer. Tú puedes detenerte en caulquier tramo del camino. Recorrer un determinado comino no ha de ser tomado como algo obsesivo, anulante... Diviértete, pásalo bien, disfruta de los momentos. Que la justicia reine en tu vida, en tu persona... y tu conciencia podrá descansar tranquila. A pesar de todos los avatares que tiene la vida.
Quizás a veces la vida te regale lo que ansías dentro de tu corazón, de tu espíritu, y lo hace desde una actitud de búsqueda y encuantro. Desde una realidad que se hace inminente. Quizás no sepas que... después de tanto caminar, tanto buscar y buscar... si te paras, si te acomodas en un tramo del camino. Pues, el propio recorrido te adelantará la respuesta. La tendrás al alcance de tu mano... por eso, a veces, se hace imprescindible, parar en algún tramo del camino, y deleitarte en su respuesta. ¡Suerte!
M.Mercedes Rodríguez Perera
Batallas y batallas que se nos presentan muchas veces sin buscarlas. Mas la vida en su interioridad mas profunda, pues es pura incógnita. Las vida es lucha, trabajo, supervivencia, satisfacción personal, grupal... la vida también es descanso, logro de metas por las que llevamos, quizás, luchando, pues toda una vida. La mejor forma de ganar las batallas es mediante una actitud de aprendizaje en el camino, sin agobios, sin malos rollos. El camino en sí mismo, invita a descansar, es en ese mismo descanso donde, muchas veces, te presenta la respuesta que estás buscando.¡Suerte!
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