Sí, por que muchas veces la esperanza surge en el camino. En la meditación personal, en los comentarios en grupo, en los ideales que te pones por meta...
La esperanza engendra lo bueno, lo deseado, la templanza en las dudas, en los momentos compartidos.
En la esperanza nos marcamos retos con el afán casi innato de conseguirlos. La dulzura tiene lugar en sus adentros, en su búsqueda, y tambíen en la espera...
Son los valores humano, en su conjunto, los que hacen el camino, lo fortalecen, lo anmiman en los tramos, quizás mas difíciles. Principios básicos que nos hacen fuertes, a los cuales nos dirigimos en situaciones de duda, de incomprensión. Esperando, quizás... una respuesta.
El camino se hace andando, y esto bien lo sabe el caminante de rutas diversas, de continúos desafios en su debe y en su haber.
Las distancias se acortan en los encuentros, en el saber estar, en la confianza... en la cercanía en los otros. Y el despertar del amanecer es capaz de disipar multitud de dudas. El camino recorrido, las experiencias marcadas en nuestros continúos deambulares, pues... marcaran la seguridad de nuestros objetivos. Las dudas... llaves aún por encontrar.
M.Mercedes Rodríguez Perera
La esperanza es casi como un cazamariposas. Tal vez te ilusiona coger algunas mariposas de variados colores. Mas es la actitud de observación, de recorrer sus vuelos, de alzar la vista a su cortejo mas particular, lo que quizás, pues te engancha mas que el mero hecho de cazar mariposas, pues por el simple hecho de cazarlas. Quizás también te llama mas su despreocupación, su ligeresa en sus movimientos, su sensibilidad que, tal vez, puedas olvidarte que en tu mano llevas un cazamariposas. A veces, cuando olvidamos las cosas y no nos obsesionamos por encontrarlas, pues ellas aparencen sin mas.
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