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domingo, 29 de marzo de 2015

Una visión un tanto particular de la semana santa


  ¡Oh, semana santa!
Semana de reflexión personal, grupal. Semana que pretende ser de acogida, de interiorización de la propia persona. Algo así como una puesta a punto. Semana de búsqueda, de encuentros fortuitos. Momentos para recordar una vida que, en ocasiones se nos escapa de las manos casi sin ser vista. Mas una vida que nace, que comienza su andadura por el mundo, que se le arropa, que se le quiere hasta el infinito y mucho mas. Una vida que es todo un regalo interior y se proyecta mas allá de todo un universo. Una vida a la espera y una vida que es encuentro.
     Muchas veces podemos sentirnos solos en nuestra andadura por el mundo. Quizás estamos rodeados de muchas personas, mas una soledad no buscada puede estar pisándonos los talones con un descaro que puede ser del todo imperdonable. Un dios imaginario que también vivió su particular desierto en una soledad infinita. Su particular hambre, sed, búsqueda de sí mismo...
    Momentos en los cuales descubrimos quienes somos, que personas están con nosotros por que quieren, por que son amigos/as nuestros. Y aquellas otras que parecen ratas buscando provecho de todo aquello que nosotros tenemos. Momentos para entender al ser humano, su angustia, su espera, su triunfo y hasta su necesidad...
    Un dios imaginario al que le gusta rodearse de personas sencillas. Un dios que ha sentido miedo y lo admite sin tapujos. Un dios que busca a sus amigos y no siempre los encuentra. Porque los llamados amigos de interés y que no siempre descubrimos, pues son personas que no siempre se nos hacen presente. ¡Oh, mal rollito!
    Un dios que nace a la vida, que busca la vida, que ama la vida... después de un desierto muchas veces, desolador, inquieto, en el que duda, se cuestiona cosas y pueda, quizás perderse así mismo. ¡Pero qué me estás diciendo! Sabes, en la soledad de un desierto pueden ocurrir mil cosas.
     Convirtiéndose sgun mi entender, en un dios cercano, universal, compañero, necesidad, abrigo...
Un dios que no tiene el poder de todo un universo. Mas si colaboramos con él, en una actitud de encuentro, superación, colaboración... pues muchísimas cosas si que se podrían conseguir.
      Un dios imaginario, muy particular, al que a veces le digo:¡Tú sabes lo que yo necesito!¡Cuáles son mis carencias! Un dios que suele responder de forma satisfactoria. ¡Ante todo un dios amigo!

     M.Mercedes Rodríguez Perera
   

1 comentario:

  1. Una semana santa muy particular. Para reflexionar, para realizar una búsqueda interior que a veces puede ser toda una necesidad. Una semana de encuentros casuales y hasta divertidos. Momentos para compartir toda una vida. Sí, sin una fecha específica que nos lo recuerde. Momentos para formar parte de un equipo. Sin perder de vista nuestra personalidad, nuestro espacio, nuestros momentos mas íntimos. Momentos para valorar la fuerza de todo un equipo. ¡Mil gracias por estar ahí!

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