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lunes, 9 de marzo de 2015

El despertar de los sentidos


  ¡Oh, a ver si piso firme por que a veces caígo en vertical y el tortazo es de campeonato!
     Bueno, caerse no es nada malo. Puede ayudarnos a superar obstáculos. El aprendizaje siempre es positivo si bien se sabe utilizar.
   El despertar de los sentidos cuando abrazo la vida, sus momentos y hasta su inquietud.
El despertar de los sentidos cuando encuentro en mi camino, en mi sendero-vida, momentos que me hacen feliz. Sí, que nos hacen felices.
   Despierto a los sentidos cuando miro a todo un universo y le doy las gracias infinitamente, por que en momentos francamente duros, él ha estado en mi mente, en mi corazón, en mi espacio y hasta en mi terreno personal. A veces, lloro como una magdalena. Pero el llanto en ocasiones relaja, calma los nervios, alivia el dolor...
   Despierto a los sentidos cuando escucho tu voz. La voz de aquellas personas que tienen derecho a opinar, a ser escuchadas, a ser tenidas en cuenta. ¡Oh, caramba, faltaría mas!
    Despiero a los sentidos cuando aprendo a respetarma a mí mima. También a los demás.
  Despierto a los sentidos cuando tras un largo letargo emocional, afectivo, sensorial... pues descubro que no estoy sola, que el camino se hace andando. ¡Y que siempre, pase lo que pase, habrá personas a tu lado capaces de echarte un cabo!¡Bueno, tampoco es cuestión de que estén en la mili!

       Yo no soy muy playera que digamos... aunque a veces, me encantaría perderme en un barco velero y recorrer, por lo menos, medio mundo. El mar durante una etapa mas o menos grande de mi vida fue toda una liberación, una salida de escape... mas se me han escapado muchísimas cosas de mi vida. Razón por la cual lo que cojo no lo suelto. ¡Sí, di que es tuyo!

    M.Mercedes Rodríguez Perera
   

1 comentario:

  1. El despertar de los sentidos. Sabes, si no viésemos el lado positivo de las cosas, de las circunstancias, de los acontecimientos, pues entiendo yo que nuestra vida sería un sin razón. Despierto, por ejemplo, cuando te miro, cuando conversamos, cuando me gastas bromas, cuando jugamos, cuando sobran las palabras. Hay mil mas un motivos para dar gracias al vivir, a los sentidos, a la esperanza, a la comunicación. A la fe personal, colectiva de que todo va a salir bien. La constancia hace milagros. Los milagros pueden avivar casi cualquier situación.

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