Unos momentos para...
Sí, para compartir.
Para reír contigo a carcajasas y sentir que la felicidad se puede tocar con las manos.
Para borrar las penas y las angustias con una goma que he fabricado para ello: ¡Oh, sí es la comprensión y la sonrisa!
Para sentir que llega lo mejor de mí misma a mi vida, lo mas auténtica, aquello que me hace feliz.
Para disculparme si he actuado mal.
Para hablar con mi dios particular. Para comunicarle que él ha sido muy importante en mi vida. Sobre todo en momentos de angustiosa soledad e incomprensión. Para darle las gracias por que siempre que le he buscado él ha sabido estar ahí. Momentos compartidos con dios imborrables en el tiempo. Mas imaginativamente yo sé que él también lo sabe. ¡Mil gracias!
Momentos para agarrarlos fuertemente con mis manos. Para que no se me escapen, para que se hagan presente.
Entiendo que hay momentos durísimos en el día a día. En el quehacer de cada despertar. Mas sin el agua de la comprensión, del respeto, del arropamiento, de la sinceridad, de la sensibilidad, de la confianza... pues mucho de estos angustiosos momentos jamás, jamás podrían ver la luz.
M.Mercedes Rodríguez Perera
Sabes, los momentos están hechos para ser vividos, compartidos, para aprender de ellos. No te angusties por momentos pasados que quizás quieras recuperar. Vive el presente, el momento que tienes en este preciso instante. Si algo quedó a medias en un pasado y por las causas que fueran se hiciera presente en tu camino, pues entiende que alguna razón habrá para que ello sea posible. Mas no te angusties. Aprende a vivir con lo que tienes, a cuidar aquello que tanta vida da a tu persona y a las persona que bien te quieren. El pasado puede volver a ser parte de tu presente. Mas seguro que ya tu tienes otra madurez, otra forma de afrontar tu vida, tu mundo, tus circunstancias. Mas pienso que si alguna parte del pasado se hiciese presente deberías considerarla, por que ello, pocas veces ocurre de forma positiva.
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