¡Oh, los sueños!
¡Cuando sueño pienso que estoy en un barco velero, y en tu mirada...!
Estoy en alta mar con un grupo de personas la mar de divertidas... entonces mi mundo es pura magia.
Mas hay momentos en los que me adentro en el interior de mi ser, de mis momentos, de mis dudas, de mi propio silencio. ¡Ojo, no por mucho tiempo! ¡Sabes, el tiempo suficiente para no perder mi norte!¡Se dice que la precaución es un bonito gesto que revierte, positivamente, en nuestra persona!
Sabes, a veces, busco un cielo estrellado. Ya casi es muy difícil encontrar bonitos cielos estrellados.
Un cielo estrellado es capaz de emocionarme en grado sumo. Sí, de hacerme sentir libre, independiente. Incluso de hacerme llorar. Un llanto limpio, de desahogo, sin nada de malos rollos.
Para mí cada estrella es una ilusión, un mundo a la espera, deseada y necesitada de cobijo, de ser observada, de que se la tenga en cuenta.
Un momento en el que sé que tú está aquí, en mi corazón, en el latir de mis emociones... la distancia para muchas personas es algo insalvable. Es una ruptura total con las personas. Mas para mí no es así...
¡Pero qué me dices!
¡Pues que la vida es un lucero y... nosotros el camino!
¡Caramba, si lo sé, pues ni te pregunto!
M.Mercedes Rodríguez Perera
¡Caramba con los sueños! ¡Esos trampolines a la fama! Al despertar de las ilusiones, al coqueteo con el mundo. Soñar es bueno y hasta saludable. Mas hay que saber distinguir entre lo que es un sueño, y lo que es la realidad del día a día, de los momentos mas caprichosos e inesperados. La vida sin sueño estaría muy apagada. Mas el sueño tiene que invitar a tocar tierra firme, a encajar, en nuestra realidad del día a día, pues aquél momento, no siempre justo, aunque sea real.
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