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martes, 10 de marzo de 2015

La señora calma y el señor nerviosismo


  ¡Oh!¡Oh!¡Oh!...
     ¡Pero vaya contraste! Sin embargo, la señora calma y el señor nerviosismo se complementan. Sí, parece que son una pareja bien avenida. ¡Ojo, y no solo en la ficción!
     La señora calma parece guiarse por los planos místicos, lo tranquilo, sin prisas, sin agobios. ¡Vaya, pues faltaría mas! Para la señora calma los problemas parecen resolverse solos. No se cuestiona situaciones en los que urge tomar decisiones para el momento. Mas bien cuenta que el descanso y las pausas resuelven todo tipo de incidentes.¡Ojo, señora calma, no siempre es así!
     El señor nerviosismo casi como que no le agarras ni en un ralling. Siempre con prisas. Mil papeles en su oficina. A veces, desordenados. Mas una visión rápida parece reslover casi cualquier entuerto. Le incomodan ciertas situaciones y hasta que la situación no está del todo encaminada en sus interior, pues parece que su máquina de pensar no encuentra un respiro. ¡A veces, lo pasa muy mal, sobre todo cuando le afecta, por alguna razón, el tema a resolver!

     Mas la vida está llena de bonitos y dulces momentos. Momentos de enganche. Momentos de soltura, espontáneos, libres. Unos cómodos, otros pues incómodos. Las prisas dificultan casi todos los momentos por lo que estudiar adecuadamente la situación y sin tanta prisa puede llevar a buen puerto. A mares tranquilos, a descansos pausados, a disfrutar de los momentos, a dar las cosas por zanjadas.

     La vida está llena de pasos. Unos gratos, otros la mar de incómodos. La puesta en común a cerca de opiniones referentes a un mismo tema puede dar lugar a ventajosos momentos. Podemos sorprendernos nosotros mismos en  un trabajo en equipo. La solidaridad, la confianza y el respeto pueden dar lugar a logros importantísimos.

      Las cosas vitales hay que tomarlas con calma, sin prisas, sin agobios. Puesto que es en dichas situaciones donde los logros parecen ser mas productivos. Evidentemente, hay situaciones en que el contraste puede ser lo ideal. Sin prisas pero sin calma. Alerta, aunque no acelerados. Visión rápida pero acertada. ¡Uf, vaya con la señora vida!...

      M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. La calma y el nerviosismo. Una combinación unas veces perfecta. Otras, muy mal avenida. La calma no tiene prisa. Parece estar tomando el sol en una hamaca en un día guay del verano. El nerviosismo le cuesta mantenerse quieto. Puede devorar libros, periódicos, revistas. Unas veces se precisa tener una actitud calmada. En ocasiones es el nerviosismo quien marca sus pautas. Unas veces se gana. En otras ocasiones se pierde. Mas las pautas son las que suelen quedarse con los mínimos detalles. Situación que puede, en ocasiones, pasar desapercibida al nerviosismo.¡Bah, pero que cada uno es como es y se defiende como mejor proceda!

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