Unas veces se mostraba agría, incómoda, indiferente consigo misma y con el mundo... Sí, con su propio existir. ¡Pero qué me dices!
En otras ocasiones disfrutaba de casi todos sus eventos. Mostraba una actitud de muy buena disposición. Y ello es mucho de agradecer en estos tiempos que corren.
Mas a veces, un inconformismo no guiado, encaprichado, visto como un falso sinónimo de autoridad, pues... lejos de allanar huecos vacíos, podía dar a entender que se ahogaba en sí mismo. Sí, en su propia medicina. Parecía perder a raudales su alegría, su don de gente y hasta su espiritualidad, quizás muy cultivada.
Parece ser que a veces, la propia máscara destruía la capacidad de aguante de casi cualquir ser humano. ¡Abráse visto semejante osadía!... Su actitud de supervivencia podía casi hacer aguas en cualquier despiste personal.
¡Y cuando me quito la máscara!
Pues... tal vez, puedas seguir siendo tú mismo. Quizás puedas aprender de tus errores y de los errores de otras personas, de tus miedos, tus sinsabores, tus incongruencias tu falta de escucha y hasta de atención... Mas lo harás abiertamente, en total libertad, sin tener que ocultar la interioridad de tus adentros... ¡Claro, que...!
Hay personas que han aprendido a vivir con su propia máscara mutante. Máscara que cumple con objetivos fijados. Tal vez, gracias a ello muchas personas sobrevivan a inclemencias nada gratas.
Mas existen otros tipos de personas que se irritan ante los distintos personajes que casi se ven obligados a representar. ¡Oh!¡Oh!¡Oh!...
Pueden dar la sensación de un desahucio emocional consigo mismos y con el mundo.
Pero a veces, la mácara se hace totalmente imprescindible. Puede dar lugar a preservar y muy mucho una identidad que no quiere ser desvelada. Mas es importante tener en cuenta que yo, como persona, por poner un ejemplo, si llevo una máscara he de saber diferenciar entre mi máscara particular y quién soy yo realmente. Esto es además de importante, esencial para todo tipo de supervivencia.
M.Mercedes Rodríguez Perera
¡Oh, la máscara! ¡Cuántas veces no hemos utilizado, en algún momento, una máscara, casi sin ser conscientes de ello, para dar una imágen a terceras personas!Es importante aprender a distinguir entre un personaje enmascarado, y la persona en sí misma, que pueda llevar cualquier tipo de mácaras. A veces, nos aislamos tanto del mundo, de su gente... que podamos parecer, quizás islas inhabitables en todo un océano. ¡Oh!...
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