Una fuente...

  Una fuente mágica.Sí,llena de sueños, de realidades proyectadas. Una fuente llena de vida por que a través de su recorrido el agua es capaz de limpiar todo un universo. ¡Oh!...

    Una fuente es capaz de coquetar con toda una naturaleza quedando impregada su belleza por todo el laberinto que dicho encanto posee.

    Aquélla agua que limpia los recodetos del alma.

 Una fuente imaginaria donde yo pido deseos especiales en momentos un tanto disponibles.

   Pido a la fuente vida, pues que la ilusión de mis despertares no se duerma nunca. También le pido que los niños crezcan con salud, alegría, ilusión, aprendizaje, juegos adaptados a sus necesidades y a su edad. Le pido que me rodee siempre de muy buenas personas que llenen mi vida.

   Que el fondo de lo aprendido, de lo trabajado, a pesar de la gran cantidad de percances que podemos encontrar a lo largo del camino, pues continúe hacia adelante fortaleciendo nuestra persona y aquellas personas con las cuales nos relacionamos.

   Siempre le he pedido a la vida que me conquiste casi sin percatarme de ello. Que sea leal conmigo, y mis circunstancias. Que respete mis momentos como yo respeto los suyos.

   ¡Y la fuente!

 Pues la fuente imaginaria fue aquella que me sacó de un pozo sin fondo. Es verdad, que todavía no sé nadar. Mas he aprendido a moverme en tierras movedizas con cierta agilidad. Sabes, el agua siempre me ha conquistado. Aún así la respeto muchísimo. Puesto que, entiendo de su poderío, su saber estar y... hasta sus segundas intenciones.

    ¡Oh!...

    M.Mercedes Rodríguez Perera