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domingo, 22 de febrero de 2015

A veces me emociono...


   Cuando pienso en lo difícil que lo puede tener una persona con discapacidad, por poner un ejemplo, a la hora de ser valorada, tenida en cuenta...
     Sé que existen muchas personas dedicadas a distintos voluntariados, como puede ser,por ejemplo, aquellas personas que van a los hospitales a echar una mano en lo que haga falta. Animar a personas que se encuentran en situaciones límites. Entregándoles lo mejor de sí mismos/as. Y aunque parezca una contradicción, la persona que es ayudada, acompañada, escuchada... pues de forma muy natural, llena y muy mucho con su sonrisa, sus historias, su actiud de agradecimiento, pues todo aquello que se le ofrece como fruto de ciertas actitudes compartidas por muchas personas. Cuando decides ayudar a una persona, o comprometerte en una causa que muchos compañeros/as tuyos pueden ver como una causa perdida,una locura fuera de lugar... pues ese arranque personal tuyo, emocional, de trabajo, de orientación, de guia, de lucha contra, aparentemente, todo pronóstico, a mi me emociona muchísimo. Por que en esta sociedad, llamada en ocasiones, doña perfecta, resulta difícil encontrar personas capaces de escuchar a otras, de implicarse en situaciones algo incómodas, algo arriesgadas. En fin, no es fácil integrar en la sociedad del todoterreno, pues a personas que se suponen no dan la talla. Se pueda tal vez pensar, que no es productivo invertir en dichas personas. Arrinconándonos quizás en un mundo sin luz y sin aparentes derechos. La vida pueda parecer muy injusta. Mas la vida es vida y, entiendo yo, que lo verdaderamente injusto es el comportamiento discriminativo que ciertas personas ejercen sobre otras por que se puedan encontrar, por situaciones personales, en inferioridad de condiciones.

      Me emociona y, al mismo tiempo, quiero agradecer a todas aquellas personas que entregan parte de su tiempo, de su buen hacer, en la atención y cuidado de personas que puedan encontrarse, por situaciones de la vida, solas, quizás desahuciadas. No todo el mundo es capaz de invertir tiempo en casos que, aparentemente, son perdidos. No se sabe, se desconoce si dicha persona va a colaborar a la hora de conseguir ciertos objetivos. Esta actitud de apostar, por ejemplo, por personas con discapacidad donde se nos limita y muy mucho nuestras posibilidades de desenvolvernos en sociedad, de desarrollar nuestros talentos. Donde pueda ocurrir que no tenemos derecho a nuestra parte del pastel social imaginario.

    Gracias a todas aquellas personas que apuestan, en algunos casos, a fondo perdido, por que ni siquiera se sabe si se van a conseguir los objetivos propuestos... Son estas personas que trabajan y dan lo mejor de sí mismos a los sectores discriminados, muchas veces, injustamente tratados. Gracias a todas las personas que sacan su parte mas humana y mas sensible por que hacen que nuestras vidas estén mas llenas de luz, de oxígeno respirable. Hacen que nuestra confianza sea un espejo imaginario en los cuales veamos lo mejor de nosotros mismos y de terceras personas.

      ¡Mil gracias por estar ahí!

  M.Mercedes Rodríguez Perera

     

1 comentario:

  1. A mí, personalmente, me resulta emocionante observar que hay personas que ocupan parte de su tiempo en ayudar a personas con necesidades básicas. También pueden asistir a los hospitales como voluntarios/as para echar una mano.Para poner lo mejor de ellos/as mismas. Son personas que viven dichos momentos y se llevan como recompensa la satisfacción personal o grupal de un trabajo, de una colaboración que llena sus vidas, que les hace felices. Es difícil comprometerse en situaciones donde no se sabe, exactamente, cual va a ser su término. Quizás compañeros/as suyos les llamen "eternos locos". ¡Claro que, la locura a veces da mucha vida!

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