La perla de la vida...
Un amor por conquistar, sincero, verdadero, de entrega mutua.
Una luz que brilla en el corazón de la persona cuando ésta le deja paso. Le invita a formar parte activa y minifiesta de su luz.
Un momento dulce... cuando se comparte lo bueno y lo malo. Cuando se dialoga en total libertad y se dajan visualizar los sentimientos.
Cuando algo de mi persona queda en otras personas de forma positiva, enriquecedora...
Cuando dichas personas me regalan lo mejor de sí mismas. Con intención de complementar nuestras vivencias, nuestros gratos y no tan gratos momentos. Para aprender los unos de los otros. Para contar contigo si me hiciese falta.
Cuando la vida me conquista y... cuando, verdaderamente,yo me siento conquistada.
Mas los momentos quizás recorran situaciones emocionales de diversa índole...El alma quizás se manifiesta en situaciones algo tormentosas, inquietos momentos que nos hacen sentir algo incómodos.
Mas una vida a la espera.
Mas esa espera canalizando toda una vida en su esencia.
Y la inquietante sensación de reactivarnos positivamente. Quizás en distintas direcciones, en momentos diversos... para que la fuerza común se manifieste, se libere en gratos momentos- necesidad que nos lleven a tocar y sentir la libertad por momentos.
La identidad del camino... la realidad de un sendero cómodo, transitable y hasta real.
M.Mercedes Rodríguez Perera
En este texto donde hablo de la perla de la vida. Pues me refiero principalmente, a la libertad. Ese volar sin alas, sentir que tu mundo te pertenece. Sentir que puedes compartir y recibir casi al mismo tiempo, pues lo mejor de ti y lo mejor de otras personas. Un mundo por compartir es un mundo por idealizar, por hacerlo cercano, factible, algo nuestro...
ResponderEliminar