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martes, 10 de febrero de 2015

Me he castigado muchísimas...


   Me he castigado muchísimas veces a mí misma...
     Por ejemplo:
   _No quiero saber nada del mundo.
   _No comparto mi vida con nadie.
   _ No comparto mis sentimientos... mas los encierro en una coraza inaccesible.
           Pensaba que mi vida no le interesaba a nadie. Si en el hogar, a mi entender, he vivido un verdadero infierno... me cierro a todo un universo. Me rindo por que según mi entender ya estaba desahuciuda por personas cercanas a mí.
        Mi mundo está lleno de continúas descalificaciones y acotado, mi mundo, a una no-relación ni con la familia ni con el exterior. Lejos de valorizarme yo admitía todas esas vivencias y echaba muchísima mas leña al fuego. Si soy una incomprendida será por que realmente estoy fuera de lugar en mi familia, con la gente que conozco y con el mundo en general. Mi vida estaba rota y vacía. No había por donde cogerme. Como levantarme de ese suelo ficticio y como rescatarme de un pozo la mar de hondo parecía ser todo un imposible.

       Mas surge una terapia personal. Conmigo misma, con mi persona, con el mundo. Deboro infinidad de libros, la mayoría de sicología y siquiatria. Empiezo a recordar bonitos y  gratos momentos con mis abuelos, con familiares un  tanto cercanos. Empiezo a quererme puesto que la forma y fondo en el que transmito mis contenidos personales, pues me llenan bastante. Aviva mi mundo exterior e interior. Me enredo en mis textos. Son momentos saludables, de rescate interior-exterior. Pero mi mente se desboca, pierde todos los papeles y termino en un siquiátrico. En aquellos momentos no hay otra opción. Mi vida está descompensada y corre mucho peligro. Mi atención y agradecimiento a Salud Mental. Por  su trabajo, su constancia, su profesionalidad y por todos aquellos momentos en los que nuestras vidas comienzan a ver la luz, a sentir que vuelves a ser consciente, que controlas tu mundo, que tienes mucho que transmitirte de ti mismo. Y por supuesto, muchísimo que recibir de terceras personas. A pesar de las caídas, Salud Mental, responde. Y lo hace de la mejor forma que sabe. Matriz a la que se acudir cuando nuestra mente va desvariando, perdiendo progresivamente el control. Auténticos mecánicos mentales. Mas ellos/as necesitan de nuestra ayuda para que sus pasos sean los mas adecuados posible.
No me arrepiento de formar parte del equipo Salud Mental.

       Mi vida a día de hoy tiene un sentido positivo. Soy consciente de mi persona, de mis limitaciones. Me comunico abiertamente con la sociedad en general. Cometo errores como mucha gente. Mas mi vida era todo un infierno y desde hace un tiempo una luz muy particular alumbra mi camino. Gracias

     M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. ¡Cuántas veces nos habremos enfadado con el mundo!¡Cuántas veces esa furia, esa rabia descontrolada nos hizo cerrar los ojos impidiéndonos ver la realidad! Y la realidad puede ser que un minuto de rabia, de enfado brutal, se puede pulir con momentos gratos, divertidos, cómodos. No te encierres en las descalificaciones de ningún tipo... piensa que te estarás negando vivencias bonitas y muy agradables. O.K

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