Un nacimiento cuerpo-alma-espiritu.
Un nacimiento aprendizaje, colaboración, arranque personal y hasta grupal.
Un nacimiento es cuando alguién puede apostar por sí mismo, o, incluso por otra persona. Sí, a pesar de que la balanza no siempre se inclina a nuestro favor.
Mas es esa fortaleza, a pesar de los caídas, de las inclemencias del tiempo atmosférico, emocional, afectivo, físico... lo que casi sin saber del todo el cómo ni el por qué, pues nos hace remontar el camino, alzar el vuelo, continuar en la lucha, en nuestro trabajo personal, social...
A veces, no tomamos consciencia clara de quienes forman parte de nuestro equipo. Quién entiende algo de cartas, o si tal vez que un mapa ruinoso nos pueda llevar a buen puerto. ¡A veces, pues quizás sea lo mas seguro rendirse a la suerte!¡Señora, ésta, de muchos adornos!
Serás, normalmente, aquello que tú esperas de la vida, pues aquello que piensas te mereces por haber trabajado, abonado, sembrado el camino. Somos nosotros, muchas veces, y con todas las cartas sobre la mesa, quienes perdemos partidas de infarto. Nunca se sabe, exactamente, donde estuvo el error. Quizás no fuese culpa de ningún error... a lo mejor nos rendimos a la primeera de cambio, y eso si que hace que pierdas infinidad de partidas que creías ganadas. ¡Oh, las imprudencias se pagan!
A veces, casi sin ser conscientes de lo que ocurre en nuestro alrededor, olvidamos que el pasado puede jugarnos partidas de infarto. No siempre a nuestro favor. Por lo que las decisiones las tomamos en un momento presente. ¡Oh, si, mientras el pasado se va a dormir la siesta!
M.Mercedes Rodríguez Perera
¡Cuántas veces somos capaces de nacer a lo largo de nuestro trayecto -vida!Pues quizás para una persona excesivamenten materialista pueda, tal vez, pensar, que solo tenemos una vida. Aunque tal vez no se percata que la vida se le escapa de las manos como el agua en la piel. Tener ilusiones es algo así como tener muchas vidas. Tener una vida en continuo cambio y superación. La vida nos acompaña en multitud de eventos. A veces, olvidamos que es nuestra compañera de viaje... quizás sea ahí cuando empazamos a ser conscientes que la vamos perdiendo... de alguna manera agonizamos en esa partida. ¡Oh, pues cosas que pasan!¡A mí que me registren!
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