Sí, porque los gestos son o pueden ser comentarios a viva voz.
Por que la soltura con la cual me miras desata un sin fin de gratos momentos en mi persona.
Por que las dudas se despejan cuando tú me acompañas en momentos difíciles y hasta incómodos para mí. Momentos en los que nos solidarizamos el uno con el otro.
Luego me hablas y te escucho... a veces sobran las palabras, mas se avivan los momentos.
Te comento lo grato y divertido que es estar junto a ti.
Puedo llegar a entender lo afortunada que he sido al encontrarte.
Y, a veces, vuelven a sobrar las palabras... se comparten los gestos, la mirada y hasta cierta complicidad.
Hay momentos en los cuales el habla, puede romper, destrozar lo que casi una vida ha costado construir, solidarizar, hacerlo fuerte. Complicidad importante, necesaria y muy eficaz.
Cuida tu silencio...
Cuida tu lenguaje...
Cuida tu comunicación...
Por que errantes de caminos miramos hacia la lejanía... y observamos que hay momentos, circunstancias que entiendende la necesidad del lenguaje verbal. Mas hay otros momentos que son algo interiores. Momentos de reflexión, de comunicación con uno mismo, de búsqueda y encuentro.
Momentos para reír, jugar y hasta alborotar...
Es en el momento mas particular, donde, verdaderamente, nos encontramos a nosotros mismos. Momento en el cual podemos sentirnos dueños de nuestro deambular por la vida.
M.Mercedes Rodríguez Perera
Hay personas que pueden sentirse incomodadas en los momentos de silencio. Sí, aunque dicho momento pueda aparecer en un instante interior de auténtica necesidad. El silencio comunica... también lo hace la palabra. Pero quizás no haya nada mas placentero y hasta divertido que la comunicación a través de los gestos. Sí, momentos en los que sobra la palabra. ¡Oh!...
ResponderEliminarQuizás exista un silencio que sea abrupto, incómodo, hiriente, agresivo. La búsqueda de una respuesta puede estar en su silencio o, quizás en su comunicación hablada. No siempre el silencio de una mirada, de una comunicación es voluntaria. A veces, por circunstancias de la vida te puedes ver en un infierno de no-comunicación, no-aprendizaje, hasta de dolor infinito. De ahí que sea super positivo valorar la capacidad para la comunicación hablada. Es una forma de estar con el mundo, de relación adecuada. Cuando el silencio es abrupto puedas, tal vez, vivir en mil infiernos diferentes, y eso sí que es un mal rollito.
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