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jueves, 5 de febrero de 2015

Te cambio una moneda...


   Por el despertar del tiempo.
   Por una bonita sonrisa.
   Por un atardecer en la playa.
   Por un paseo intencionado.
   Por las olas de aquel bonito juego.
   Por los momentos de justicia, verdad, reflexión, alicientes... que intentan poner orden a un caos donde muchas veces se desconoce su antes y su después. ¡Pero qué me dices!
   Para que la sonrisa vuelva a los corazones de muchas personas.
       
          Una moneda ficticia que puede tener un excesivo valor. Tal vez un escaso valor-contenido...
    Una moneda que pueda comprar buenos propósitos para la mejora del mundo.
    Una moneda que fabrique bonitos sueños.
    Una moneda que sonría, que te busque y que te encuentre.

             Un amigo pensativo que juega con su moneda. ¡Oh!...
     M.Mercedes Rodríguez Perera
 
 

1 comentario:

  1. Una moneda ficticia para comprar la libertad. Ya que aunque parezca una pura contradicción, pues la libertad puede tener un precio. No tiene por que ser un precio, valor económico. Mas, a veces, se necesita trabajar nuestros momentos, negociar con la vida, afrontar nuestro pasado-presente, para que nuestra añorada libertad circule por nuestras venas. Haciéndonos sentir verdaderamente libres, comodos, alegres, sensibles... si, la libertad, en ocasiones requiere de toda una filosofía de vida.

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