La verdad mas tarde o mas temprano invalida todo tipo de enredos.
Necesita respirar un aire puro, limpio, no-contaminante.
La mentira se mece entre el te-quiero y el no-te quiero.
Sí, entre el puedo, pero no estoy tan seguro que...
Y la verdad, a veces, es tu propia consciencia. Aquella que se ha de cuidar, mimar, educar, para que no esté continuamnete cambiando de chaqueta, corbata y pantalón. Por que se puede volve totalmente irreconocible.
Y la verdad se escabulle donde puede, donde la dejan. Sí, para encontrar una forma adecuada de manifestarse, de encontrarse así misma. Necesita ocupar su espacio. Y eso ella lo sabe bien.
Mas la mentira titubea con el: ¡No sé!; ¡No puedo!; ¡Quizás!; ¡Lo había olvidado!; ¡Ya se me ocurrirá algo!...
Aunque la mentira se descubre ante pequeñas pruebas de atención... piensa que si trabaja sus propios enredos, contenidos... pues puede convencer y hasta con nota. Puedes imaginar estar ante todo un universo... claro que dicho universo no tardará en venirse abajo ante un mínimo descuido. ¡Ojo, cuestión de tiempo!
Mas entonces la verdad... ha de permanecer a la espera. Sí, ante el enemigo invasor que suele ser la mentira. Y, a veces, la verdad parece tener que ocultarse en un cuarto trastero. ¡Ojo, hasta que pase la tormenta!
_¡Pero qué me cuentas!
_¡Pues los cuentos de toda una vida.
_¡Pues... habráse visto!
M.Mercedes Rodríguez Perera
A veces, se miente para ocultar ciertas verdades. No se suele dar demasiado interés a tal hecho. Mas una mentira continudada se puede convertir en tu verdad, tu gran verdad. Y es ahí donde has de actuar con cautela. Por que al inconsciente le hablas clarito, o mete la pata cada dos por tres. ¡Y después qué!. Pues, asumir las consecuencias de nuestros actos. La verdad es una ley en la mano. Vayas donde vayas, independientemente de las vueltas que des al asunto... lo mas normal es que te salga la carta esperada. Aquella que no tiene trasfondo ni se deja intimidar.¡Oh!...
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